Marcita Libertad es una bruja. La vas a querer, adorar y como todos los que queremos y adoramos a las brujas, también mientras la leas vas a querer usar un hechizo contra ella. Un que te re contra. Welcome to the jungle entonces.



sábado, 15 de agosto de 2009

Viaje

Todos deberíamos viajar, yo debería hacerlo más seguido. Sin embargo, todo viaje implica algo novedoso y eso me genera incertidumbre.
Necesito viajar, necesito poder correrme un poco de la línea de montaje, porque estoy así, así de cerca de cometer una brutalidad. De cantarle a varios un par de "mis verdades".
Y estoy también así así de cerca de quebrarme y de ponerme a llorar.
Estoy harta de los hijos de puta, estoy harta de que no recuerden los buenos modales, que alguna vez su mamá los arrulló, que quizás también en otra ocasión se subieron a una calesita y fueron felices. Estoy cansada de las acciones miserables, de estar a la defensiva, de poner mi mejor cara y sonrisa aunque los otros se caguen en mí en los futuros cinco minutos.
Y aunque no quiero, me olvido porque no poseo el don del rencor.
Necesito viajar porque también quiero saber qué es lo que me pasa a mí, adentrito, en ese lugar en el que no cambio demasiado aunque pasen los años. Necesito extrañar a algunos, volver a escucharme, porque últimamente no puedo demasiado.
El viaje da miedo, porque una nunca sabe si se vuelve. Porque quizás como el Che, una se topa con la revolución a la vuelta de la esquina y decide que quizás necesiten a una enfermera.
Pero lo importante del viaje no sé si son los antes, los después, sino el mientras, el baile, el presente, la transformación.