Marcita Libertad es una bruja. La vas a querer, adorar y como todos los que queremos y adoramos a las brujas, también mientras la leas vas a querer usar un hechizo contra ella. Un que te re contra. Welcome to the jungle entonces.



jueves, 12 de abril de 2012

El día que vilmapalma se metió conmigo




Todos me pedían que volviera Marcita, que ya pasaban los rollos de pastos cual ruta texana. Bah, creo que fueron tres personas, pero considerando mi cantidad de fans digamos que el reclamo fue significativo. Y volví. Y a mí ... a mí me trajo la indignación. Cual vieja en supermercado Leader Price a las 9 am, cual taxista al que le piquetean la avenida que lo conduce a la carga de gnc, cual encargado de edificio –sin otros calificativos. Yo me indigné. Y me indigné con un ícono de mi juventud no tan temprana.

Todo empezó hace tres días. Me dirigía hacia el trabajo, sin tics nerviosos ni otros signos de neurosis ya que me había relajado en playa local. De repente, el celular me indicó llamada entrante. Bien, dejo en suspenso mi jueguito Block y me apresto a comenzar la jornada laboral, ya sin feriados, lo cual es una leve a moderada complicación. Y nada, atendía y se cortaba. Volvía al juego, volvía a sonar Bobby Nesta desde el aparato y no llegaba a enganchar ninguna de las tres llamadas en simultáneo que me hacían variadas personalidades. Frustración. Algo de ira, poca, pero presencia sin dudas de ira. Sorpresa. Inquietud. ¿Acaso las máquinas empezaban a volverse en contra nuestra, como en aquel bizarro capítulo simpsonero?

Creo que me bajé el crédito mensual de la ciudad autónoma al conurbano porque si vos me llamás, yo te contesto, no sé cuándo pero te contesto. Y en la primera respuesta llegó un cuestionamiento raro, qué es esa música que pusiste ahí? Ahí, ¿dónde era ahí?, ¿se habrá enganchado a una radio cual isla de lost? Y mi respuesta rápida no tardó en llegar, ahí, yo ahí no puse nada.

Respondí a la segunda telecomunicación y ahora la sorpresa desagradable fue mía porque empecé a escuchar una tonalidad melosa, que no llega a la cumbia ni al pop, empalagosa, saturada. Y volví, creo que 15 años atrás. Y esto me condujo a los chicos de la franja moviendo sus caderitas detrás de un cartel que decía “esta primavera está para enamorarse”. Y me agarro piel de gallina, porque detrás del teléfono no lo tenía a un Raúl Taibo, sino a los Vilmapalmaevampiros.

Me confundió, me noqueó por tres segundos y empecé a tocar los botones cual varita de hada. Pero nada. Me resistí a telefonear por casi tres días, hasta que hace un rato un amigo me llama, recibo la cargada décimo quinta de la jornada y estallo.
Vilma palma me tira abajo, vilma palma me parece una mersada irremontable, no te bailo vilmapalma en un careoca ni aunque me arrastres, el pelo del señor de vilma palma me deprime, sus camisas abiertas me irritan.

Los 90 no sólo fueron menemismo, gomazo súbete y vestidos a lunares. Los 90 también fueron míos. Fueron mis noches juveniles, mi vida estudiantina, fue sociales, mis amigos. Y en mi mundo que fue, alternativo, psicobolche y rarito, en esa secuencia, vos muchachito vilmapalmero no formaste ni formarás parte.

Cuando yo estallo, yo estallo, así que con tres bolsos colgados, más niña semidormida, en bondi céntrico, decidí hacer justicia y llamé con vigor a empresa de telefonía “colorada”. Me atendió después de una espera prolongada una señorita medianamente servicial: señora cuál es su reclamo? Primer error: llamarme señora, pero el encanto no me conoce, así que se lo dejamos pasar. Quiero que me saquen ya esta mersada que me pusieron sin mi consentimiento. Señora usted es titular de la línea. No sé querida –ahí me cholicé- ni idea ... pero me sacás esta mersada que me está perjudicando porque la gente me llama y yo tengo que explicar no puse esta mersada. Señora este es un servicio de llamada en espera que la empresa está instalando y que en dos meses va a empezar a cobrar. Y quién pidió que me instalen esta mersada?, encima me la van a cobrar? pero por Dios! Señora si no quiere contar con este servicio tiene que mandar un mensaje al número 833 con la palabra baja. A ... vos, me decís que yo tengo que hacer un trámite para que me saquen algo que nunca pedí. Pero mirá que bonito. Señora algo más? en tono "te estoy fletando telefónicamente". Sí querida, que me saques esta mersada. Señora usted es la titular?, cómo se llama? Le paso mi nombre de pila bautismal y le digo fijate si soy la titular. Me dice: no sé señora porque acá figura un nombre de señor. Dudé tres segundos, estuve a punto de decirle a la medianamente servicial que yo era travesti y que iba a ir con todas mis amigas travestis enfundadas en mismo vestido de su, ese en color colorado, a su sede social, hasta que se dignaran a hacerme la baja de la mersada. Pero me apiadé de la criatura y le dije está bien, pero dejo mi reclamo. Y que en el reclamo conste que yo nunca pedí que me instalaran a vilmapalmaevampiros.
Porque yo te reivindico varias cosas de los 90, te reivindico new order, la campera aviador, la espumeta a lo Ibiza (sin locomía, claro), cierto sarcasmo, la revista ajoblanco, y tanto más, pero vilmapalmaevampiros no. Vilmapalmaevampiros nunca vuelvas. Y si volvés con tus pelos al viento, vilmapalma no te metas conmigo.

1 comentario:

  1. VOLVIÓ MARCITA!! esa es la Marcita irascible que extrañábamos tanto, esaaaa!! (te lo digo con dorso de mano para arriba y para abajo, para arriba y para abajo)

    La chiru

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