Marcita Libertad es una bruja. La vas a querer, adorar y como todos los que queremos y adoramos a las brujas, también mientras la leas vas a querer usar un hechizo contra ella. Un que te re contra. Welcome to the jungle entonces.



domingo, 18 de abril de 2010

Aguavivas granizadas


Y me agarró el granizo, mirando con asombro el jardín de mi infancia. El jardín en el que jugué a la bióloga marina en la pileta celeste de tamaño estanque, dialogué con caracoles y babosas y reté hasta el hartazgo a mis muñecas emulando a jacintapichimahuida. De repente, ese jardín, el muy mío, se volvió un territorio irreconocible. Y mientras caía en transe y no podía dejar de seguir los proyectiles voladores que caían en el jardín a derecha e izquierda como fuegos artificiales en año nuevo, mi madre repetía cual mantra que nunca en su vida había visto algo así. Nunca.

Después de la etapa de asombro, decidí mirar al enemigo circunstancial de frente y descubrí que, de entre todas las formas posibles, esos proyectiles habían decido parecerse a las aguavivas. Y se me ocurrieron varias cosas, porque en los momentos de crisis, algunos se aterran, otros se iluminan y se convierten en estadistas y a mí básicamente se me ocurren cosas ridículas.

Lo primero que pensé es que los granizos con formitas se parecían tragicómicamente a la cubetera cool que me había comprado esa tarde para hacer cubitos con formitas divertidas. Seguramente se trataba de una venganza de la naturaleza por ser tan consumistas y tan cool –que es casi lo mismo.

Lo segundo que pensé fue en las aguavivas, porque esos bodoques helados que estaban cargándose uno a uno a los distintos objetos de jardín techo y calleja- eran prácticamente iguales a una aguaviva bebé bien alimentada. Y las aguavivas me llevaron a uno de los días más calurosos de este verano y a nuestra mirada infinita sobre un mar lleno de aguavivas, un mar al que definitivamente no pudimos meternos. Y se me ocurrió que tal vez la alegoría no fuera casual, que tal vez estuvimos esperando que llegaran platillos con fenómenos que comen ratitas y esconden piel de lagarto detrás de sus cirugías pero que la cosa no iba por ahí. Que la cosa iba por las aguavivas. Y me acordé de Lost, de que en realidad si pueden caer aguavivas del cielo, cómo no va a poder existir una isla que se mueva, un paralítico que camine y vuelva de la muerte como si viniera del kiosco de la esquina y un chinito entrado en cana que se mira a sí mismo a los tres meses de edad. Así que interiormente me dije –porque claro está que en ese momento no daba para vociferar ridiculeces- quizás lo de las aguasvivas sea para paliar la abstinencia que me va a agarrar cuando termine Lost. Tercera ridiculez.

Y entonces y esto ya no es tan ridículo, me acordé de una historieta que un amigo me recomendó cuando todavía éramos niños, cuando no existían todavía los revival, los centro cultural homenaje y algunos sabios populares seguían durmiendo en los arcones. Me acordé del eternauta y de la lluvia de granizo feroz que asoló una vez a un barrio que quedaba a unas cuadras de mi jardín de granizo. Y de cómo me recorrió cierto escalofrío al ver los dibujos de las calles vecinas, arrasados por los combates y la desolación. Y escuché de fondo la voz de kikita que decía: esto es un sueño y quiero que me despierten.

Yo no tengo idea de casi nada. Menos de si nostradamus tenía un 5% de razón, o de si hollywood es más astuto con su ciencia ficción de lo que todos nosotros creemos. Pero creo que voy a empezar a mirar con más seriedad a las aguavivas o me voy a hacer un tatuaje de un aguavivita en el omóplato para que cuando vengan me reconozcan como a una prima lejana y tengan un poquito de buena onda. En fin, primitas aguavivas: que la vieja se quede un ratito en la cueva mientras arreglamos tejas, contamos bajas, nos acostumbramos a los bollos y emparchamos vidrios. Les parece?

3 comentarios:

  1. Curioso el nombre del aguaviva en inglés: Jellyfish (pescaú gelatina) suena super X-Men, o Flaco Spinetoide, de acuerdo a cómo lo mires.
    No dudo que la vida cambia de acuerdo a nuestro contacto con lo fantástico. Creo que es como si alguien nos guiñara el ojo (Moulder, por ejemplo) y nos dijera "la verdad está allí afuera", algo que, tratandose de un adicto al sexo suena al menos inquietante.
    En todo caso, no será Lost, Marcita, pero te acabo de pasar a tu mail ultrasecreto un humilde guión loco de una serie de ciencia ficción que escribí. A ver si te gusta.
    Arriba hay algo, Marcita, pero no sé si nos quiere...

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  2. mad sos groso. y no voy a quemarte mucho la cabeza pero para cuándo tu blog clandestino???

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  3. en realidad una vez hice uno que se llamaba http://merecemorir.blogspot.com pero, a pesar de que la convocatoria era simpática, no consegui demasiados adeptos. Ya haré uno, por ahora me limito a las apostillas en el tuyo Marcita.

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